miércoles, 16 de febrero de 2011

HABILIDADES SOCIALES Y TECNOLOGÍA: RECURSOS DEL ENTORNO VIRTUAL DE APRENDIZAJE


En el ámbito educativo las habilidades sociales constituyen elementos esenciales para alcanzar la efectividad de los procesos, ya que inciden no sólo en las conductas de cooperación, trabajo grupal, sino que también contribuyen a la consecución de objetivos individuales. Dentro del repertorio de habilidades sociales destacan aquellas referidas a la comunicación, a la forma como las personas expresan sentimientos, posturas, opiniones, creencias sobre determinados tópicos.

  

Tradicionalmente las aulas, aparte del hogar, han sido los espacios adecuados para desarrollar tales destrezas, a través del uso de diferentes recursos. Sin embargo, los cambios suscitados en el mundo en materia tecnológica han influido en las prácticas pedagógicas y desde luego en la dinámica de los ambientes educativos. Es así, como hoy en día es común hablar de entornos virtuales, una modalidad ya sea presencial o a distancia, que utiliza las herramientas de telecomunicaciones.

 
Ubicarse en este contexto educativo virtual para comprender la dinámica de las actividades pedagógicas no resulta un ejercicio complejo, si se toma en cuenta que la diferencia con respecto al modelo tradicional está en la configuración de los recursos utilizados para propiciar el aprendizaje. Más sin embargo, cabe preguntarse ¿qué ocurre con el desarrollo de las habilidades sociales, considerado como uno de los objetivos básicos de todo proceso educativo?; ¿Cómo se produce ese trabajo colaborativo en un ambiente virtual de aprendizaje? 


En primer lugar, es preciso tomar en cuenta que las nuevas Tecnologías de la Información han generado formas innovadoras de acceder al conocimiento, pero en términos generales la dinámica de relaciones entre el docente y el alumno dentro del proceso enseñanza aprendizaje se ha mantenido en el contexto del modelo de las teorías cognitivas, basadas en la idea de que el educando es el creador de su propio conocimiento a partir de la experiencias individuales, y que el docente asume el rol de guía favorecedora o apoyo.


Un segundo aspecto, pero ya desde el punto de vista de las actividades pedagógicas, se refiere a la posibilidad que ofrecen las TIC para la formulación de escenarios hipotéticos, utilizando los recursos telemáticos con la finalidad de facilitar el trabajo grupal, el intercambio de información y con ello el surgimiento de nuevos conocimientos.

 
La posibilidad de lograr los objetivos antes referidos, es un indicativo del alcance de la Tecnología de la Información en el ámbito educativo no sólo en lo que respecta a una mejor utilización de los recursos comunicacionales con fines pedagógicos, sino también en cuanto a una forma de configurar nuevas habilidades sociales.

En este sentido, el entorno virtual de aprendizaje mantiene la concepción de los ambientes educativos tradicionales, con respecto a lo importante que es el desarrollo de mecanismos que favorezcan la capacidad de interacción y comunicación efectiva en el individuo, como parte su estructura cognitiva.


Con respecto a la forma como se produce el trabajo colaborativo en un ambiente virtual de aprendizaje, se puede decir que no difiere en principio del modo tradicional en el aula en cuanto a la interacción de los participantes con el docente, pero sí en la posibilidad de ampliar el círculo de relaciones con otras comunidades virtuales a través de las redes que se crean con el apoyo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.


Hechos los planteamientos anteriores, cabe señalar a manera de ejemplo, que en la Sociedad de la Información las nuevas tecnologías se utilizan para reforzar los objetivos del Sistema Educativo, y contribuyendo con la mejor formación de los educandos tanto como del profesional docente. 









LA RENOVACION PEDAGÓGICA Y BIENESTAR EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÒN



Los alcances de los adelantos tecnológicos en materia de información y comunicación se han hecho sentir en todos los ámbitos de la sociedad, y desde luego no podían faltar en la educación si se considera es uno de los pilares fundamentales de la vida de los grupos humanos. 

La aspiración de una mejor calidad educativa, aunque sea un término discutible, por parte de los integrantes de la sociedad ha sido suficientemente expresado a lo largo de los años en todos o casi todos los países del mundo, lo que ha dado origen a la formulación de planes y proyectos por parte de gobiernos nacionales y organismos internacionales, como es el caso de las metas establecidas por la UNESCO para el Siglo XXI en materia educativa.

Los cambios pedagógicos no sólo han incluido lo relativo a contenidos y recursos pedagógicos, sino que se ha visto influenciada por una visión innovadora con respecto al manejo y utilidad de la información y la comunicación. En este sentido el uso de las computadoras y las redes cibernéticas ha moldeado el acceso al conocimiento de una forma no sólo vertiginosa sino también mucho más amplia, abriendo ante el educando y el docente un inmenso abanico de posibilidades para conocer el mundo.

Igualmente, desde el punto de vista pedagógico se ha producido una nueva configuración de la relación docente-educando, en el marco de una dinámica donde cada uno de ellos tiene el reto de compartir y generar conocimiento. 

En Venezuela, los beneficios de estas renovaciones pedagógicas se han expresado en un mayor bienestar de los educandos y sus respectivas familias, quienes a través de actividades como los proyectos educativos han podido resolver problemas puntuales con el apoyo de la escuela y la comunidad insertas en una sociedad donde la información es factor clave para el desarrollo  sustentable y sostenible. 

Es así, como los cambios incluyen lo relacionado con el acceso a la información, el manejo de nuevos recursos provenientes de la Informática y además se producen nuevos entornos educativos a distancia que facilitan el acceso de un mayor número de personas a la educación formal. 

Ya hoy en Venezuela es imposible que las personas sigan estudios desde sus casas a través de Internet, o que participen en las aulas virtuales con la misma dinámica de los salones de clase tradicional, incluyendo las debidas asesorías de los profesores. De alguna forma estas modalidades del sistema educativo han contribuido a resolver las limitaciones de la población en cuanto a tiempo, espacio geográfico como en algún momento lo hizo la educación por correspondencia. Sin embargo, a manera  de reflexión, lo importante es que no se desvirtúe la valoración social de la educación.    
    
Desde luego que el modelo enseñanza-aprendizaje cambia en el contexto de la sociedad de la información, pero lo significativo es que las instituciones educativas y sus integrantes estén dispuestos a asumir esa transformación, con altos beneficios para la población en lo que respecta a la calidad de vida que se manifiesta en la relación causa-efecto entre los recursos y las condiciones de vida.

De nuevo la escuela emerge como un pilar fundamental para alcanzar una mejor calidad de vida, y desde luego es indudable su contribución en la formación de individuos preparados para asumir las tareas enmarcadas en conceptos de productividad dentro de la sociedad de la información. De igual manera en lo social, la educación con el apoyo de las TIC permite un acceso más directo a las fuentes de conocimiento y el aumento de  las posibilidades de participación para todos los miembros de las comunidades.

Podríamos decir en general, que en el marco de la sociedad de la información, el uso de las tecnologías ha dado lugar a la aparición de nuevos modelos pedagógicos pero que, sin embargo, el sentido social de la educación ha mantenido su vigencia en cuanto al enriquecimiento de las condiciones de vida tanto individual como colectiva.

LAS TECNOLOGÍAS, LIBERTADORAS DEL PROCESO EDUCATIVO


La incorporación de nuevas tecnologías producto del desarrollo del intelecto humano, ha llegado a todos los ámbitos de la sociedad, particularmente aquellas relacionadas con el manejo de la información y la comunicación con un impacto favorable en la dinámica de los procesos de enseñanza y aprendizaje.   


En estos nuevos escenarios donde priva el conocimiento como un recurso invaluable, los actores del proceso educativo tienen un nuevo reto que es ajustarse a los cambios y actuar en consecuencia. Tenemos entonces, por una parte un profesional que ya no está de manos atadas para compartir experiencias y conocimiento, y por otro lado, a un alumno que tiene igual libertad para captar información, evaluarla a la luz de sus propias vivencias y luego aplicarlas en situaciones puntuales.


Atrás quedaron las aulas de clase donde la repetición de conceptos prevalecía sobre la capacidad reflexiva tanto de educadores como de educandos, para dar paso a los ambientes educativos que promueven el intercambio de información, la iniciativa, la autoevaluación. 

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el ámbito educativo exigen un profesional docente dispuesto a enfrentar cambios y a propiciarlos también, a tomar decisiones y reconocer la importancia de la retroalimentación para el mejoramiento de la calidad educativa. En este sentido, el reto es hacia una mayor formación académica, pero también hacia cambios actitudinales pues el uso de las TIC implica modificaciones en las condiciones de trabajo y la forma de relacionarse tanto con los alumnos como con otros profesionales. 


Podría pensarse que esto crea incertidumbre e inquietud entre los profesores y maestros, ante la posibilidad de enfrentarse a nuevas exigencias, pero no tiene porque ser de tal forma pues las Tecnologías de Información y Comunicación facilitan el trabajo docente y propician un campo de acción mucho más amplio dentro del cual este profesional se erige como gestor de la información. 

En tal sentido, la libertad que otorgan las TIC a la labor del docente está representada por ese poder de decisión para innovar, para incentivar el aprendizaje en los educandos pero sin las ataduras o la rigidez que caracterizaba la enseñanza tradicional, formal y esquematizada. 


Por otra parte, en una sociedad cuyo funcionamiento está delimitado por el uso de TIC, el educando debe tener un conjunto de características que le aseguren un buen desempeño. Si el docente es promotor del aprendizaje, el educando tiene un rol activo y mucho más participativo en dicho proceso, asumiendo mayores responsabilidades.
 
En este punto es pertinente toma en consideración que las TIC abren al educando una ventana que lo conecta con los diferentes ámbitos del quehacer humano, y que por lo tanto, se requiere de un individuo con capacidad de observación, análisis y discriminación de lo que realmente le conviene conoce y en qué forma utilizarlo.


De tal forma que en la sociedad del conocimiento y la información, no tiene cabida un alumno indiferente a los cambios que se producen en su entorno, ni tampoco un individuo que no asuma un compromiso consciente con sus capacidades. Esto da pie para señalar que ante los cambios y retos de las TIC, los alumnos deben tener habilidades para iniciarse y mantenerse activos en el uso de dichos recursos y de esta forma alcanzar un adecuado nivel de autonomía y desarrollo de competencias de orden tanto físico como intelectual.


Los planteamientos anteriores motivan la inquietud por conocer cuál es la situación venezolana, con respecto a las capacidades de docentes y educandos para adaptarse a un proceso educativo basado en el uso de las TIC, que lo libere de la rutina, la repetición de conocimientos, así como de la circunscripción de las tareas diarias al mero escenario de las aulas de clase. En resumidas, un cambio que propicia la libertad integral del individuo. 


TIEMPO Y CONOCIMIENTO: ENGRANAJES DEL COMPORTAMIENTO HUMANO


 

Desde tiempos remotos el hombre ha buscado la forma de manejar y tener dominio no sólo sobre los elementos de la naturaleza y las formas de relación social, sino más aún, sobre la dimensión temporal en relación con las actividades que realiza ya sea en forma personal o grupal, con el fin de sacar el mejor provecho en función de sus necesidades. De manera que con las transformaciones de los medios de producción y los intercambios sociales, han ido surgiendo nuevos esquemas y escenarios que a su vez motivan diferentes respuestas ante los estímulos y la dinámica del medio.

Es así, como a lo largo de la historia se observan períodos significativamente marcados por el impacto e influencia de esquemas conceptuales, prácticas económicas e incluso innovaciones en materia de procesos psicológicos como la percepción que modelan la vida de los seres humanos tanto como de las organizaciones sociales. 

En este sentido, ya es historia pasada la imagen del individuo inserto en una dinámica económica que lo concebía como parte de un proceso sistemático, mecánico cuyo fin primordial era la producción de bienes sin considerar los factores de orden social y personal 

En Venezuela, se ha venido modificando la concepción del hombre como parte de una tríada económica conformada por tres elementos fundamentales: trabajo, tierra y capital, donde muy poco tienen cabida los procesos internos del individuo pues los recursos más importantes se consideran básicamente tangibles, expresados en términos de valores. 

Resulta curioso que con el desarrollo de altas tecnologías basadas en conceptos provenientes de la computación, la informática entre otras ciencias fácticas, se produjera una revolución entendida como un conjunto de eventos que propiciaron el desarrollo de productos que rápidamente movilizaron cambios en los medios de producción y de nuevo en las acciones de hombre para continuar con el control del medio a través de la utilización de  máquinas cada día más sofisticadas, en los más diversos campos de la vida, desde la economía hasta la medicina, desde la producción de bienes hasta el aula de clases, desde la fábrica hasta los mismo hogares.

Podría pensarse que con el desarrollo de las computadoras y las redes el hombre ha logrado optimizar las relaciones sociales y medios de producción, más sin embargo la historia no termina allí, sino que en ese sin cesar de innovaciones o quizá a consecuencia de las mismas, hoy en día se presenta un nuevo escenario en el cual la información y la comunicación tienen un papel fundamental, que configura un nuevo orden a lo que se viene sumando el resultado del desarrollo en el ámbito de la digitalización.  

Actualmente las expresiones “sociedad de la información”, o también “sociedad del conocimiento” no son ajenas a los hombres y mujeres que precisamente viven en un mundo globalizado donde el manejo del tiempo y el control sobre el medio se produce a partir del conocimiento, entendido como una fuerza que moviliza la conducta del hombre más allá de los aspectos tangibles, pues está impulsada por una revolución digital que una vez más como ocurrió en otros tiempos, configura una nueva visión y manejo relaciones y del trabajo del hombre. 

Pero lo más importante, es la tendencia hacia un mundo donde priva la capacidad para utilizar la información de una manera eficiente, donde el conocimiento, básicamente intangible, es el sustituto de esos elementos tangibles que una vez fueron considerados como el capital más importante.

Lo anterior permite reflexionar en torno a la importancia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el ámbito educativo, pues éste es un pilar fundamental en la vida de la sociedad y en el desarrollo de las aptitudes individuales para hacer frente a los cambios del medio, pero esta vez lo relevante es el manejo de escenarios digitales donde el tiempo y el conocimiento siguen engranándose de manera armónica.